Apodado Xiao Bao, que significa pequeño tesoro, un fiel perro esperó a su dueño durante tres meses en un hospital de Wuhan. Su propietario murió a los cinco días de haber ingresado al hospital, contagiado del COVID 19.
Pero el pequeño perro, siguió esperándolo y deambulaba en varias partes del hospital hasta que la administradora de una tienda lo recogió.
El pequeño perro, se ganó el cariño de los trabajadores del hospital, después de que llegó en medio de la pandemia en el mes de febrero.
Sin saber que su dueño ya no regresaría, el perrito se le podía ver en el lobby del hospital en donde amanecía sentado a diario durante tres meses.
La administradora de la tienda, Ms Wu, intentó llevarse al perro pero este regresaba cada vez. Le apodó Xiao Bao, “Pequeño Tesoro” después de que se acostumbró a verlo todos los días cuando la ciudad empezó a reabrir.
Ella dijo que aunque el perro no habla se podía entender que todavía estaba buscando a su dueño.
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Después de un tiempo, algunas enfermeras contactaron a la Asociación de Protección de Animales en Wuhan, quienes se lo llevaron para buscarle un nuevo hogar.
La asociación ahora se encuentra calificando entre los amantes de animales que han ofrecido adoptarlo. La señora Wu, espera que Xiaobao encuentre un propietario que lo trate bien.
INFORMACIÓ Y FOTOS DE ASIA WIRE.