Sólo Italia (1934 y 1938) y Brasil (1958 y 1962) han repetido triunfo. Salvo esas excepciones, la Copa del Mundo de fútbol persigue a las selecciones que en cada edición defienden su título. En Qatar 2022 la maldición puede caer sobre Francia, la actual campeona.
Desde entonces, sólo ocho selecciones han ganado alguna de las ediciones disputadas: cinco europeas y tres americanas. Brasil con cinco títulos encabeza la clasificación, con Alemania e Italia (ausente en Catar), con cuatro; Uruguay, Argentina y Francia con dos y España e Inglaterra, con una.
Pero desde 1962 un maleficio persigue a las selecciones que acuden como campeonas. Salvo Italia (1934 y 1938) y Brasil (1952 y 1962) ninguna ha repetido triunfo y muchas de ellas se han dado un batacazo cuando acuden como campeonas del mundo.

En el Mundial de Qatar las miradas están puestas en Francia, campeona en la edición de 2018, en Rusia, que acude con un equipo con un gran potencial, principalmente, con sus grandes estrellas Kylian Mbappé (PSG), Antoine Griezmann (Atlético de Madrid) y Karim Benzema (Real Madrid), actual Balón de Oro, con alguna baja significativa como los centrocampistas N’Golo Kante (Chelsea) y Paul Pogba (Juventus), sustituidos por jóvenes promesas como Aurelien Tchouameni y Eduardo Camavinga, ambos del Real Madrid.
El potencial de los franceses es indudable, encuadrado en el grupo D con Australia, Dinamarca y Túnez, una de las favoritas a ganar el título en la mayoría de las casas de apuestas -cuartas en la clasificación mundial de la FIFA-, pero con una salvedad… son los campeones y desde 1962 ningún campeón ha repetido título.

“GANARLO ES DIFÍCIL, REVALIDARLO AÚN MÁS”.
“Las estadísticas, en los últimos años, nos dicen que para los campeones del mundo el siguiente torneo es bastante complicado. Pero también es cierto que las estadísticas están para contradecirlas”, ha explicado el seleccionador francés, Didier Deschamps, a FIFA.com sobre la posibilidad de que su combinado nacional vuelva a proclamarse campeón del mundo.
De conseguirlo, Deschamps se convertiría en el segundo entrenador en ganar dos mundiales consecutivos, igualando al italiano Vittorio Pozzo, que al frente de Italia levantó los títulos de 1934 y 1938. A la pregunta de FIFA.com sobre qué significaría igualar a Pozzo, Deschamps se muestra muy prudente.
“Sería fabuloso. Pero no voy a ponerme a soñar con eso ahora mismo. Voy a hacer todo lo posible, junto con todo mi cuerpo técnico, para afrontar este inmenso reto que nos espera. Aquí estamos hablando de una época en la que yo no había nacido”.

Para Deschamps “no hay nada que esté por encima de un Mundial. Ganarlo es bastante difícil. Y revalidarlo más aún, pero nuestra ambición es seguir estando ahí arriba”.
El combinado francés sabe cómo les ha ido a los últimos campeones, una situación que ya vivieron en propias carnes en el Mundial de 2002 de Corea del Sur y Japón cuando acudieron como campeones de la edición que ganaron y organizaron en 1998.
En aquella ocasión, en tierras asiáticas, los franceses acabaron últimos de su grupo, por detrás de Dinamarca, Senegal y Uruguay.
El batacazo fue histórico como les ha ocurrido a los últimos tres campeones que han puesto su título en juego.
Alemania, vencedor en Brasil 2014, no pasó de la primera fase en Rusia 2018. Encuadrada en el grupo F junto a Suecia, México y Corea del Sur, los alemanes acabaron últimos, con una sola victoria, frente a los suecos, y dos derrotas, ante los mexicanos y coreanos.
No le fue mejor a España, campeona en Sudáfrica 2010, cuando tuvo que defender su título en Brasil 2014. La selección entrenada entonces por Vicente Del Bosque fue el primer equipo eliminado del Mundial, con derrotas ante Países Bajos y Chile, y una victoria que no sirvió de nada ante Australia.

El ejemplo de Alemania en 2018 y España en 2014, tuvo un antecedente muy similar con Italia en el Mundial de 2010 en Sudáfrica. Los italianos, con Marcello Lippi al frente, acudían al primer campeonato en tierras africanas con el título conseguido en Alemania 2006, pero su defensa fue un sonado fracaso. Paraguay, Eslovaquia e, incluso, Nueva Zelanda, dejaron a los “azzurri” en el último lugar de su grupo.
Con estos precedentes, Francia acude al Mundial de Qatar, con muchas estrellas, pero también con dudas, las propias de la maldición que persigue a los campeones.
JUAN A. MEDINA.
EFE REPORTAJES