La comunidad latina recordó este martes los nombres de las 23 víctimas del peor ataque racista contra la comunidad latina cometido en Estados Unidos, al cumplirse el segundo aniversario de la masacre en una tienda Walmart, en El Paso, Texas (EE. UU). La masacre, que cobró la vida de 23 personas y dejó a decenas más heridas, fue perpetrada por un hombre que supuestamente “quería matar el mayor número de mexicanos”. El ataque continúa siendo una herida abierta entre los residentes de ambos lados de la frontera. Para muchos este aniversario es un recordatorio más del racismo y la xenofobia que aún se vive en esta nación contra la comunidad inmigrante. EFE/ Jesús Rosales

El Paso (TX), 3 ago (EFE News).- En medio de ceremonias y tributos se recordó hoy martes a las víctimas del peor ataque racista contra la comunidad latina cometido en Estados Unidos, al cumplirse el segundo aniversario de la masacre en una tienda Walmart de El Paso, Texas, en la frontera con México.

La masacre, que cobró la vida de 23 personas y dejó a decenas más heridas, fue perpetrada por un hombre que supuestamente “quería matar el mayor número de mexicanos”.

El ataque continúa siendo una herida abierta entre los residentes de ambos lados de la frontera. Para muchos este aniversario es un recordatorio más del racismo y la xenofobia que aún se vive en esta nación contra la comunidad inmigrante.

En total 22 de las 23 personas fallecidas eran de origen latino, 8 de ellas ciudadanos mexicanos.

“Lo más peligroso de este ataque es que el asesino se vio a sí mismo como un ‘guerrero’ que estaba salvando a su país de una invasión”, dijo a Efe Camilo Pérez Bustillo, defensor de los derechos civiles y miembro del grupo Testigos de la Frontera, organización que presentó un vídeo para honrar la memoria de las víctimas.

Los primeros disparos comenzaron a escucharse a las 10:39 am y terminaron a las 10:45 am del 3 de agosto de 2019, manchando de sangre el estacionamiento y los pasillos del Walmart, un lugar frecuentado por la comunidad latina y mexicana de ambos lados de la frontera.

Para muchos activistas como Pérez Bustillo, el sangriento ataque fue una consecuencia directa de años de políticas y movimientos xenofóbicos impulsados por políticos y grupos de supremacistas blancos.

Un sentimiento antiinmigrante que se profundizó durante la pasada Administración de Donald Trump (2017-2021).

“Es crucial que tengamos en mente que la masacre de El Paso no fue un caso aislado; la masacre de El Paso debe ser considerada un caso de odio racial y genocidio que fue fomentado durante la Administración Trump”, dijo el activista.

Un claro ejemplo, asegura, fue la obsesión de Trump por construir un muro fronterizo con México y criminalizar la inmigración indocumentada.

En su opinión es lamentable que muchas de estas políticas se mantengan en la presente Administración del presidente Joe Biden, entre ellas la militarización de la frontera y la detención de migrantes en condiciones infrahumanas.

Texas se ha convertido en el epicentro de la actual crisis migratoria a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México. Ello ha desatado una nueva ola de medidas ordenadas por el gobernador Greg Abbott para combatir la inmigración indocumentada.

Entre ellas detener y encarcelar migrantes bajo el cargo de invasión y detener autos que transportan migrantes bajo la sospecha de que pudieran estar contagiados de covid-19.

UN JARDÍN PARA HONRAR A LAS VÍCTIMAS

Para honrar a las víctimas de la matanza de 2019 hoy se inauguró muy cerca del lugar de los hechos un hermoso jardín, con fuentes y plantas.

Por su parte, Frankie Miranda, presidente y director ejecutivo de la Federación Hispana, aplaudió los esfuerzos que medios han hecho por tratar de combatir la publicación de mensajes de odio y racistas en las redes sociales.

Sin embargo. considera que aún se requiere más para frenar mensajes de odio racial y la información equivocada que circula en las redes e induce al odio y la xenofobia.

Miranda indicó en un comunicado que el hecho de que el atacante no haya sido un residente de la frontera y haya tenido que manejar por horas para llegar a El Paso es una muestra de la violencia que se puede generar por una retórica que utiliza a la zona fronteriza como un “chivo expiatorio” y una plataforma política.

El presunto atacante, identificado como Patrick Crusius, enfrenta cargos de homicidio agravado y crímenes de odio racial. El hombre confesó haber manejado desde su casa en Dallas hasta El Paso para atacar a mexicanos.

Antes del ataque publicó un manifiesto racista donde expresó su odio hacia los latinos.

Crusius actualmente se encuentra esperando una audiencia en la Corte del Condado de El Paso, que ha sido pospuesta a causa de la cov-19, sin tener fecha confirmada.

Para muchos, la masacre de El Paso no solo es un ejemplo de las consecuencias del racismo sino también de las fallidas políticas para frenar la venta de armas de fuego.

Este año, Texas se convirtió en un “santuario” para las armas de fuego después de que el gobernador Abbott firmara una serie de nuevas medidas que, entre otras cosas, permiten a los residentes portar armas de fuego en público sin necesidad de contar con un permiso, siempre y cuando los portadores sean mayores de 21 años.

CRUCES Y PLEGARIAS

Con una procesión de cruces y plegarias, un grupo convocado por la Red Fronteriza por los Derechos Humanos (BNHR) recordó también hoy a las víctimas.

“Estamos recordando a nuestra gente que fue víctima de este terrible ataque racista aquí en El Paso hace dos años. No podemos olvidar ni a ellos ni las razones por las que ellos fueron atacados”, declaró a Efe Fernando García, director y fundador de la BNHR.

La unión demostrada por los habitantes de El Paso se vio reflejada en el evento “El Paso firme” organizado por la BNHR, en donde los participantes hicieron un llamado a la acción contra el supremacismo blanco, el racismo y la xenofobia.

“La comunidad necesita sanarse, su salud mental está en peligro ahorita y lo que tenemos que hacer es abrazar a las familias, darles confianza y ver que lo que están pasando nos está dando valor a nosotros para seguir adelante, para hacer cosas buenas y hacer una diferencia”, comentó Ricardo Samaniego, juez del condado de El Paso.

La manifestación comenzó con una procesión de 23 cruces a las 9:00 am en el Parque Ponder para después pasar a discursos encabezados por personalidades como el juez Samaniego, la congresista Verónica Escobar, el senador de Texas César Blanco y el activista Fernando García.

“Tengo miedo de que otra comunidad, ojalá no, pero que otra comunidad de latinos, de hispanos, vaya a sufrir el mismo ataque que nosotros sufrimos hace dos años”, dijo consternada Escobar.

“El odio y racismo no terminó ese día (3 de agosto de 2019); tampoco se terminó el día que Donald Trump salió de la Casa Blanca. Sigue con personas como Greg Abbott, un gobernador que está queriendo usar su posición, poder y el Gobierno para atacar a migrantes y familias vulnerables”, finalizó Escobar. EFE News

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