A pesar del frío, miles de personas se juntaron ayer 22 de abril en las orillas del río Ohio para ser testigos de una edición muy especial del Thunder Over Louisville: no solo fue el momento de reeditar el festival público más grande de la ciudad, sino la oportunidad de rendir homenaje a las víctimas de la violencia y tiroteos, que en las últimas semanas conmocionaron a la comunidad.
El día empezó frío, con el sol que amenazaba con salir o esconderse. Los negocios de comidas y diversiones instalados en el Waterfront abrieron y poco a poco fueron recibiendo a sus clientes, quienes conforme pasaban las horas llegaron de a uno, en parejas, en familia o en grupos de amigos.
La comunidad latina estuvo presente en todos los espacios.
Antes del anochecer, el Waterfront estuvo lleno, con más de 400 mil personas, según cálculos preliminares.
El espectáculo aéreo, que inició a las 3 pm, entretuvo a los asitentes, mientras estos buscaban el mejor sitio para ubicarse.

Tras semanas de tiroteos seguidos -el más recordado fue el del Old National Bank, que dejó 6 muertos-, las conversaciones intercalaban los temores e impotencia de la gente frente a la escalada de la violencia y al uso indebido de armas “en los lugares menos pensados” con la sorpresa que provocaban los vientos tan fríos en plena primavera.
Pese a todo fue un momento de reencuentro. Cerca de las 9 pm empezó el show de luces con drones y se vivió un emotivo homenaje a las víctimas de los tiroteos, así como a la Policía y a los servcios de emergencia de la ciudad.
Gritos de alegría y abrazos de esperanza se vivieron cuando los drones formaron el mensaje “Louisville strong” (Louisville fuerte) y en los micrófonos se hizo mención a las pérdidas fatales de la ciudad.
Luego, a las 9:30 pm, llegó el esperado show de pirotecnia. Todo el mundo levantó sus cámaras para captar las mejores imágenes posibles.
Así se vivió el Thunder Over Louisville del 2023, que da inicio al Derby de Kentucky, con el mal recuerdo de los recientes hechos de violencia, pero con la alegría y la esperanza de ver a Louisville nuevamente como una ciudad que cree en sí misma y que siente orgullosa de su gente.